Thursday, August 11, 2005

Mujer, la mía, infinita...


Mujer hermosa de sol cabello

rumor de aplausos tus ojos llevan

Cuánta paloma en la piel de velo!

Cénit de lujo en que claras vuelan.



Soplo embelezo en mis fantasías

tu miel respiro como un efluvio

portal de canto a las alegrías

arca de goce que es mi refugio.



No busco el vocablo inédito

la letra suma, la nunca dicha

mi mano trae en oscuro séquito

todo el amor en su maravilla.



No me pluge inventar el barro

mi corazón con su copa vierte

fogoso molde que enamorado

muta el silencio para quererte.



No es el fonema, es la espesura

no la pirueta sino la fuerza

siempre moderna va tu hermosura

no de ropaje sino en pureza.



Mujer de vinos innarrables

surcos de magma en el latido

un precipicio tus incontables

prismas que besan hasta el olvido.



Humilde verso para tu verja

siembra mi alma por cada vida

soy en tu luz, germen de vela

poca a los ojos, en Dios infinita.



Pastor José Aguiar


1 comment:

Jeniffer Moore said...

Todo el poema es un canto de amor vivificante. Gracias por esta belleza de tu pluma encantada.
Jeniffer