Sunday, August 21, 2005

CUERDA DE MAR

Mar, tensada cuerda de guitarra.
El aire le saca melodías.
Abundante su música y los días
surcidos al hechizo de sus algas,
su lomo plomizo de los ayes
sabe cabalgar las ondas de mi lira.

Yo me callo cuando dice que me olvida
y canto cuando vuelve a mí, en las tardes.
Su voz de granizos afiebrados
se deshace en los nimbos y los mangles.
Una orilla se anida en mis ciudades
y la otra espera mis acasos.
Vengo con mi copa a su abundancia.
Mi nervio es el arco de su alarde,
cuando el sol en su nido arde en el rayo
cobija de caudales y fragancias.
Con el sueño que me sana el alarido,
me habrá dicho el amor de sus arenas,
porque un salve de bálsamo en mi vena
recita el amor como latido.
Cántame la causa de mis males,
navega lo que fui de tus honduras
adivina la magia de mis dudas,
adelanta el afán de mis edades.
Una mujer te veo en la humedad
de piernas heridas y hace tanto.

Háblame de nuevo la espina de tu canto.
Dime ese nombre de olvidar.

Pastor José Aguiar.

2 comments:

Isabel Bertossi said...

Pastor, este es un poema muy bonito. Felicitaciones por ello.
Saludos.

e g f c said...

« Hace tiempo que descanso a la deriva de tus versos. Oigo el canto, la cuerda de mar, la mirada fulgurar de día y de noche. Y no evito recaer, retomar, vencerme a orillas de tus palabras. »