Iluminado y contento te esperaba,
sábanas deshechas
y ese dolor de horas
por si olvidas la llegada.
Sereno el brazo,
la sonrisa garza
relumbraban las abejas en los rezos
por si acaso fuera noche,
aún habrían guitarras para aliviarte
cintura y hambres.
Así era amarte
cual sobre todas las cosas,
cual estar vivo y ser tu cauce.
Así era amarte por si demoras.
PASTOR JOSE AGUIAR
Saturday, April 23, 2005
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